BIENVENIDOS

ME LLAMO PEDRO CONRADO CUDRIZ y Mis complacencias por la gratuidad del gesto que te permite acceder a mi blog. Bienvenido a mi mundo espiritual y a esta suerte de salvamento existencial, que es una extensión de mi alma vertida en libros, Cd, y opiniones periodísticas semanales.

sábado, 14 de mayo de 2011

OSAMA Y OBAMA




Cada uno construyó a su manera su vida y cada uno terminó también construyendo a su manera su muerte, con la única diferencia que uno de ellos ya la adelantó, según el uso y las circunstancias de su existencia.

La vida del otro le permitió a Obama organizar una cacería humana contra todas las leyes humanitarias del mundo, con el objeto de asesinar al terrorista internacional más odiado por el mayor de los imperios del orbe contemporáneo. Y su muerte, ficcional o real, a creado en el mismo Estados Unidos de América grupos de conspiradores que dudan de los informes oficiales.

Obama, el civil heredero del peor gobierno republicano que se tenga noticia, (Bush) por inepto, literalmente cínico, corrupto, mentiroso, ha tenido que asumir la responsabilidad del destino de un hombre, que había firmando su propia sentencia de muerte, inmediatamente después de los fatídicos sucesos del 11 de septiembre del 2001. Uno se lo imagina, a Obama, con los mayores dilemas éticos, con el rostro adusto y siguiendo por las pantallas que provee la tecnología de punta del sistema, los sucesos que provocan sus órdenes. Obama sin embargo, es hijo del imperio y como tal es un maldito imperialista.

Nosotros los pobres mortales, afortunadamente desprovistos de estas facultades o poderes, tenemos la capacidad de reflexionar alejados de los que toman estas decisiones, personajes prisioneros de los barrotes enterrados en los intereses subterráneos y mediáticos del poder de estado.

Por ejemplo, asesinar a nombre del pueblo norteamericano a un criminal como Bin Laden, cuando se pudo tomar prisionero y hacerle un juicio como ha ocurrido tantas veces en la historia, por ejemplo como se hizo con Hussein o Mussolini, no sé, guardar las apariencias aunque todo el mundo sepa, como en el caso de Hussein, que la justicia fue injusta, tramposa y salvaje. La muerte de Osama Bin Laden, representa, sigue representando el viejo mundo, sin reglas, el del agente secreto 007 con licencia para asesinar.

Y es lo que han hecho los gringos siempre, en Paquistán o en Chile, por venganza o por realismo político, o por intereses económicos. Intereses geopolíticos los llaman algunos. Neocolonialismo los llamaban en una época otros. No importa, es el imperio. Y ellos hacen lo que les venga en gana. Esté Bush u Obama. Para ello un ejemplo: Guantánamo. O el mismo Osama Bin Laden. Es la policía internacional.

No crea todo de Osama, igual no crea todo de Obama. Mejor dicho, hay una historia negra construida alrededor del terrorista, subraye esta última palabra, y otra historia rosa, construida alrededor del presidente de los Estados Unidos de Norte América. Ambas historias hay que leerlas con lupa para verles el lado humano, el que no registra la prensa mundial. Ahora, usted se los puede imaginar en la utopía J. Lenon, sentados, compartiendo un café, sin país, sin poder, sin armas, sin dinero, antes del 2001, en cualquier esquina del mundo, riéndose de sí mismos y abrazados como viejos amigos…