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ME LLAMO PEDRO CONRADO CUDRIZ y Mis complacencias por la gratuidad del gesto que te permite acceder a mi blog. Bienvenido a mi mundo espiritual y a esta suerte de salvamento existencial, que es una extensión de mi alma vertida en libros, Cd, y opiniones periodísticas semanales.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La extraña costumbre de los hombres de tocarse o cogerse el culo entre ellos



No hay referencias públicas de este tipo de actos entre las mujeres y los que uno logra observa entre ellas son abrazos y besos, pero incomparables con los hechos grotescos de los hombres de tocarse los culos, que son a la larga posturas agresivas y hasta ofensivas, a pesar de los rituales de los juegos, porque ni el cuerpo de los hombres escapa al lugar que las agresiones sexuales machistas le trazan a las relaciones de los juegos.

La naturaleza del macho siempre se impondrá, aún contra la voluntad del compañero de juego, que es una ficha de las relaciones de poder. Es decir, las relaciones son unas maneras de seguir demostrando, y demostrándose así mismo, su poder sexual y su liderazgo entre el grupo de sus pares.

Esta conducta machista la aprendió de los adultos mayores, observándolos e imitándolos en los espacios donde había que hacerlo, primero en la escuela, luego en la calle y después en el trabajo.
En la escuela para marcar territorio: que los demás sepan dónde no deben pisar: señalan los homosexuales del clan; o simplemente forma parte de las relaciones de poder o del tema del goce y del juego de los grupos.
En la calle sigue ocurriendo algo igual a la escuela, se señala a los que se sospecha una tendencia homosexual y el toque- toque entra a formar parte de las relaciones de juego hasta ciertas edades de la vida y luego desaparece de la memoria del cuerpo.

En el trabajo, he podido observar que se conserva en ciertos miembros de las clases sociales proletariadas, que cumplen roles de conductores, ayudantes de camiones, etc., que se ayudan también con un lenguaje ofensivo y agresivo en contra del otro, del corte de “niña bonita” o del siguiente tenor: “Y a ésta que le ha picao.”

La pregunta del millón, es si esa manera de tocarse implica algún tipo de placer sexual para los jugadores, o es simplemente parte del juego de las relaciones de poder, pero asexuadas, para continuar demostrándole al mundo que ellos son los verdaderos machos de la horda salvaje, salida de la historia del hombre.

Las mujeres son incapaces de realizar actos de este tipo, su evolución afectiva las preserva para hechos menos grotescos y sí más tiernos con el otro. ¿Por qué nos hemos olvidamos de su gran amor?

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