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ME LLAMO PEDRO CONRADO CUDRIZ y Mis complacencias por la gratuidad del gesto que te permite acceder a mi blog. Bienvenido a mi mundo espiritual y a esta suerte de salvamento existencial, que es una extensión de mi alma vertida en libros, Cd, y opiniones periodísticas semanales.

domingo, 12 de septiembre de 2010

DESPEDIDA



Están a punto de aplicarme un procedimiento conocido por la ciencia médica del corazón como cateterismo; tal vez exagero la nota, pero aún no conocemos el misterio del futuro, los hilos de la vida y la muerte, el punto exacto que separa el sueño eterno de la vigilia; de tal manera, que esta carta al viento no busca recobrar ni recuperar nada, simplemente seguir el juego libertario del vivir, la recreación de la existencia a través de la escritura…


¿Me perdonarán mis amigos mi ateísmo? Como el dios de los cristianos lo hace con sus hijos, ellos seguramente me perdonarán esta fractura y olvidarán muy pronto las llamas de la hoguera de la inquisición. Las rutas del vivir humano, para la fortuna de todos, no son uniformes, sino diversas. Ellos, mis amigos, enriquecieron mi vida y de sus experiencias individuales aprendí de sus límites y excesos y de sus hermosas y únicas batallas terrenales.


En estos instantes, uno se siente como el condenado a muerte, o como aquellos hombres valientes de la tribu, seleccionados para luchar contra la bestia anclada en el camino a la montaña. Nadie sabe si ese guerrero regresará, pero todos lo rodean, lo abrazan, lo alientan y le dicen que lo aman. Aquí, entonces, las palabras celebres de Mark Twain, recobran el sentido original con el que fueron pronunciadas por vez primera: “Hasta la vista, en el caso que nos volvamos a ver.”


Desde que me programaron este procedimiento cardíaco, que observo muy común en la unidad del corazón de la clínica, mi ateísmo no se ha alterado un centímetro, quizá porque soy un convencido que la vida tiene sus límites y la muerte, es el fin de todo. En este sentido, nada nos salva, nada nos puede salvar, ni siquiera la fe; de tal forma, que dios es una alteración eléctrica del cerebro (léase fe) y la religión, además de ser el negocio del milenio, la necesidad humana de estar organizados alrededor de algo para continuar oprimidos y oprimiéndonos.


Tengo la esperanza, y esta esperanza mía está enlazada a la certidumbre del sentido de mi vida, que está cubierta primordialmente por mi escritura, por la poesía que escribo diariamente, por mi familia, mis amigos, los autores que me regresan a la ruta perdida. Para ir más lejos, tengo la aspiración de continuar En Contravía del mundo para poder saber que la fe que busco no es la fe muerta del poder, sino la esperanza que se dinamiza en la lucha diaria por ser seres más dignos.


Como se que no me voy, les quiero decir, que los amo, y por favor, excúsenme la broma.

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